martes, 17 de julio de 2012

Un sitio de altura


Este fin de semana salimos por los Pirineos a pasar la noche en la montaña. Es increíble lo que se disfruta con los paisajes de la alta montaña en mountain bike, Salimos de Gósol (1200m) en dirección Tuixén por carretera, un buen puerto que nos sirvió de calentamiento que nos llevaba hasta los 1600 y pico metros por asfalto, luego bajamos también por carretera lo subido alcanzado más de 65 km/h, fantástico! Bajando el puerto, llega un momento que hay un cruce que te adentra en el parque natural Cadí-Moixeró, dónde subes por entre dos montañas donde no puedes hacer más que alzar la vista y quedarte prendado de las vistas. La subida empezaba suave por camino de tierra-piedra y a mayor altitud, mayor dificultad pero también mejores vistas. Subidas con muchísima pendiente que te obligaban a mantener un ritmo sino las piernas sufrían demasiado por esfuerzo casi isométrico.
En las fechas que estamos aquí en Banyoles ya hace bastante calor, pero a esa altura y con el viento que hacía, al parar nos calaba el frío por culpa del sudor.
Llegamos a la cumbre justo detrás del Pedraforca, donde podíamos ver es majestuosa roca imponente donde las haya. Aquí es donde nos tomamos esta foto yo y Álex para recordar este día en la montaña y como no colgarla en el blog.
Después de esta foto empezó lo mejor del día, desde este pequeño altiplano se puede seguir el GR que nos lleva de nuevo hasta Gósol….Absolutamente espectacular, empiezas siguiendo un sendero bordeando la montaña con algún que otro barranco que te hace estar alerta durante gran parte del camino, también algunos excursionistas nos ceden el paso en él ya que es un sitio de peregrinaje para la gente que le gusta el trekking, como he dicho vale más que la pena.
Pasamos por la Font de la Roca, agua buenísima según nos confirmaba un excursionista. Seguimos el sendero y cambiamos de la parte noreste a la parte sudoeste (si no me equivoco) y el descenso empieza a ser más técnico con tierra suelta y pendiente muy pronunciada que nos obliga a ir con el culo pegado a la rueda de atrás, nos adentramos en zona boscosa y la verdad, me encantan este tipo de bajadas, divertidísima.
Casi al final del GR el camino se tranforma en técnico y muy pedregoso, de esos que te desllantan el tubeless, de los que si te despistas sales de cabeza por delante y se te cargan los brazos, pero al fin y al cabo muy disfrutables.
De llegada a Gósol nos toca una buena ducha y disfrutar de la zona con su encanto, sus ríos valles y montañas, sin duda un gran fin de semana.
No ha sido una ruta muy larga pero es lo que nos mandaba el entrenador, no más de dos horas aunque realmente intensas, intentando no llegar a umbral y lo mínimo en ze max. Ha sido genial recorrer este paraje que nos será tan familiar en menos de un año mientras corramos la transpyr muy cerca de donde hemos pasado el fin de semana, quizás tan solo al otro lado de este valle.

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