Este fin de semana salimos por los Pirineos a pasar la noche
en la montaña. Es increíble lo que se disfruta con los paisajes de la alta
montaña en mountain bike, Salimos de Gósol (1200m) en dirección Tuixén por
carretera, un buen puerto que nos sirvió de calentamiento que nos llevaba hasta
los 1600 y pico metros por asfalto, luego bajamos también por carretera lo
subido alcanzado más de 65 km/h, fantástico! Bajando el puerto, llega un
momento que hay un cruce que te adentra en el parque natural Cadí-Moixeró,
dónde subes por entre dos montañas donde no puedes hacer más que alzar la vista
y quedarte prendado de las vistas. La subida empezaba suave por camino de
tierra-piedra y a mayor altitud, mayor dificultad pero también mejores vistas.
Subidas con muchísima pendiente que te obligaban a mantener un ritmo sino las
piernas sufrían demasiado por esfuerzo casi isométrico.
En las fechas que estamos aquí en Banyoles ya hace bastante
calor, pero a esa altura y con el viento que hacía, al parar nos calaba el frío
por culpa del sudor.
Llegamos a la cumbre justo detrás del Pedraforca, donde
podíamos ver es majestuosa roca imponente donde las haya. Aquí es donde nos
tomamos esta foto yo y Álex para recordar este día en la montaña y como no
colgarla en el blog.
Después de esta foto empezó lo mejor del día, desde este
pequeño altiplano se puede seguir el GR que nos lleva de nuevo hasta Gósol….Absolutamente
espectacular, empiezas siguiendo un sendero bordeando la montaña con algún que
otro barranco que te hace estar alerta durante gran parte del camino, también
algunos excursionistas nos ceden el paso en él ya que es un sitio de
peregrinaje para la gente que le gusta el trekking, como he dicho vale más que
la pena.
Pasamos por la Font de la Roca, agua buenísima según nos
confirmaba un excursionista. Seguimos el sendero y cambiamos de la parte
noreste a la parte sudoeste (si no me equivoco) y el descenso empieza a ser más
técnico con tierra suelta y pendiente muy pronunciada que nos obliga a ir con
el culo pegado a la rueda de atrás, nos adentramos en zona boscosa y la verdad,
me encantan este tipo de bajadas, divertidísima.
Casi al final del GR el camino se tranforma en técnico y muy
pedregoso, de esos que te desllantan el tubeless, de los que si te despistas
sales de cabeza por delante y se te cargan los brazos, pero al fin y al cabo
muy disfrutables.
De llegada a Gósol nos toca una buena ducha y disfrutar de
la zona con su encanto, sus ríos valles y montañas, sin duda un gran fin de
semana.
No ha sido una ruta muy larga pero es lo que nos mandaba el
entrenador, no más de dos horas aunque realmente intensas, intentando no llegar
a umbral y lo mínimo en ze max. Ha sido genial recorrer este paraje que nos
será tan familiar en menos de un año mientras corramos la transpyr muy cerca de
donde hemos pasado el fin de semana, quizás tan solo al otro lado de este
valle.
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